"Las personas se miden por la soledad que soportan,
y la mía es mi mayor capital"

CXXXIV

Bailaban los muertos en la calle
bailaban y cantaban y en su risa
hicieron retumbar los mil tambores
que marcaban su camino hacia las ruinas

tú no los viste y yo tampoco
sonaron sus palmas y en silencio
apenas pudimos oír los latidos del otro
pero bailaban los muertos en la calle
allí en la cuesta se cruzaron con nosotros
y golpe a golpe
(pulso a pulso
palma a palma
voz a voz)
nos rodearon con ternura
nos brindaron la vida con su corro

sé que temblé y sé que sus manos
se hicieron raíces en nosotros
que nos brotó la jacaranda desde el pecho
nos sangró el púrpura en el vientre
y de su sangre nacieron los jardines
que tantas veces me atiborran la boca con sus flores





allí donde se escondieron mis palabras y mis besos
los mismos que esa noche
te habrían llenado las piernas de temblores

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