"Las personas se miden por la soledad que soportan,
y la mía es mi mayor capital"

hijos del bosque.


Nos pasamos la noche corriendo, y estaba segura de que vistos de lejos no éramos más que alimañas huyendo de la fría lluvia que atacaba con fuerza a nuestro padre, cuando en realidad huíamos de nosotros mismos sin ni siquiera saberlo. Porque como tú bien decías –y como yo a veces creía en secreto–, éramos hijos del bosque, y como tales nos escondíamos tras los árboles como niños perdidos y angustiados; y en cambio éramos fieros, Francis, bestias terribles.

El viento nos alborotaba el pelo y la lluvia intermitente nos lo humedecía, y casi parecíamos animales pequeños e indefensos, como si yo no tuviese el hocico manchado de sangre y tus garras no se clavasen en el barro. Pero aquella era nuestra vida, y respirábamos como cualquiera; sobrevivir sólo era el punto flaco que nos instaba a la diferencia.

Y aún siendo asesinos, llorábamos, Francis: porque sólo estábamos tú y yo, y el depredador latente en nuestros cuerpos mojados.

    –¿Pero por qué, Ninet?

Me quedé callada, mientras tus pupilas miserables suplicaban la respuesta. Porque si había una razón para el aullar constante a la luna y los interminables sollozos, tu cuerpo contra el mío, yo no la conocía. 




 Llegados a los 51 seguidores,
sólo puedo decir que gracias.
(Texto inspirado en la imagen de la derecha)

6 comentarios:

  1. Precioso, Elito :)
    Solo puedo decirte que los he imaginado totalmente, a dos niños con la naturaleza pegada a la piel, impregnados de ella, moviéndose más rápidos que el viento entre los árboles y la oscuridad.
    Ay, me encantan tanto este tipo de historias♥
    Un besito.

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  2. "Y aún siendo asesinos, llorábamos, Francis: porque sólo estábamos tú y yo, y el depredador latente en nuestros cuerpos mojados."

    Bang, me has matado.

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  3. ¡Hola! No se puede huir de uno mismo, hay que aceptarse, aunque no guste esa realidad.. ultimamente se lleva mucho este tipo de historias.
    ¡ Un saludo !

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  4. He logrado ver el bosque, escuchar los pies sobre las ramitas, oler la hierbabuena.
    Me quedo especialmente con el final, que deja muy buen sabor de boca y sobre todo con la última frase.

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  5. Mientras leí pensaba que la foto estaba bastante acorde jaja, luego ya vi la aclaración. Es increíble.

    Un beso

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