"Las personas se miden por la soledad que soportan,
y la mía es mi mayor capital"

serás libertad.


Y saboreé el aire una vez más.
Se me escapó la libertad entre las plumas.
Caí (y la vi caer).

En una de esas profundas respiraciones, de esas que yo no acostumbraba a dar, me llené de libertad el pecho y estiré las alas todo lo que pude. Volar. Eso era difícil. La cosa más difícil que había hecho. Dejarme llevar entre bocanadas de aire externo. Veneno que exhalaban pulmones desconocidos en un mar de viento. Y yo, con mi miedo haciendo tiritar cada una de mis plumas, veía volar como el acto más terrorífico de todos.

Wendy me miraba, expectante, desde una rama vecina, con una sed por batir las alas que a mí me pareció más que enfermiza. Para ella todo esto era natural; dominaba el aire con fuerza y elegancia, bailaba y se deslizaba entre los demás con gracia y valentía. Pero yo y mi miedo temíamos más que cualquier otra cosa salir del nido.

El mundo ahí fuera era cruel, y sabía que cualquier paso en falso podía ser el mayor de mis errores. Y es que, mientras los demás se confiaban haciendo vibrar sus plumas entre soplos de aire, mi miedo y yo nos habíamos acostumbrado a observar desde lejos, desde lo alto; a contemplar todo aquello que sabíamos que nos quedaba grande.

Respira. –Wendy apareció a mi lado con un suave aleteo, y acurrucó sus plumas entre las mías.
Lo hago, aunque no lo parezca. Pero respirar no me va a quitar el miedo.
Tú sólo relájate. Sabes volar, es simple. En cuanto el viento te acaricie las alas, serás libertad.
¿No seré libre a secas?
No. Serás la propia libertad envuelta en un puñado de plumas. Ni siquiera querrás regresar al nido, porque allí te sentirás encadenado. Tendrás miedo a asfixiarte entre las ramas que lo forman, y verás el aire como tu mejor aliado; tu mejor amigo.
¿Así es como te sientes tú?

Durante unos segundos, Wendy permaneció callada, y noté cómo su miedo se arremolinaba entre los recovecos de su pelaje. Ella también temía, aunque de forma diferente a mí. Y puedo jurar que verla débil era algo aterrador.

1 comentario:

  1. Qué entrada más bonita :3 Me encanta cómo reflejas el miedo y la libertad en los pájaros :) Además es preciosa la explicación de Wendy sobre qué será cuando vuele.
    ¡Un beso!

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